9 feb 2013

Reciclando

Hoy os quiero mostrar la forma de convertir un viejo rallador en un bonito expositor para nuestros pendientes.
Que os parece????


El procedimiento es muy simple:
Elegimos un color que nos guste, o vaya con nuestra decoración y pintamos el rallador. Yo he utilizado en este caso pintura acrílica al agua (Acualux de titán, satinado),  así es más fácil para limpiar luego los pinceles.

Elegí el blanco y el morado e hice una mezcla en tono malva, aplicando varias capas dando ligeros toquecitos con el pincel, así queda como más uniforme y no se notan tanto los brochazos. Otra opción sería pintarlo con una esponjita.

La parte de arriba la pinté en blanco y después la decoré con una servilleta en tonos malvas. Me parecía más original que pintarlo sólo con pintura.

Para las patas utilicé 4 ganchos de ferretería, de esos que utilizamos para colgar cuadros o similares en la pared, colocando unas bolitas decoradas en la punta.

Pegué los ganchos en un taco de pared con la pistola de silicona caliente por dentro  del rallador y listo!


Espero os haya gustado!

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