Hoy os quiero mostrar la forma de convertir un viejo rallador en un bonito expositor para nuestros pendientes.
Que os parece????
Espero os haya gustado!
Que os parece????
El procedimiento es muy simple:
Elegimos un color que nos guste, o vaya con nuestra decoración y pintamos el rallador. Yo he utilizado en este caso pintura acrílica al agua (Acualux de titán, satinado), así es más fácil para limpiar luego los pinceles.
Elegí el blanco y el morado e hice una mezcla en tono malva, aplicando varias capas dando ligeros toquecitos con el pincel, así queda como más uniforme y no se notan tanto los brochazos. Otra opción sería pintarlo con una esponjita.
La parte de arriba la pinté en blanco y después la decoré con una servilleta en tonos malvas. Me parecía más original que pintarlo sólo con pintura.
Para las patas utilicé 4 ganchos de ferretería, de esos que utilizamos para colgar cuadros o similares en la pared, colocando unas bolitas decoradas en la punta.
Pegué los ganchos en un taco de pared con la pistola de silicona caliente por dentro del rallador y listo!
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