25 abr 2014

El mundo IKEA

Hoy os quiero mostrar como podemos tunear un farolillo de IKEA para convertirlo en una bonita lámpara y como sacar provecho de un espacio muerto en la cocina con ayuda de un cajón bajo cama....

Bien...unas de las veces que fui a IKEA encontré este precioso farolillo que me llamó enseguida la atención...

SKURAR 
Pensé que añadiéndole unas cosillas quedaría muy chulo como lámpara, ya que al ser caladito, la luz se filtra por los agujeritos y le da un toque diferente...así que me puse manos a la obra y comencé haciendo un agujerito en la base para pasar los cables...
Seguidamente cosí un gusanillo de tela para camuflar el cable, aprovechando un resto y coloqué unas piedrecitas de una de esas lámparas de cristalitos que ya no servía....
...y aquí tenéis el resultado....supersencillo y chulísimo!






Y siguiendo con la segunda propuesta....

Esta se me ocurrió en pleno plan renove de la cocina.Un día me dio la vena y me puse a diseñar mi propia cocina IKEA...

Pensando y dándole vueltas al asunto, llegué a la conclusión que porqué no sacar provecho y colocar unos cajones debajo de los armarios a modo de zócalo, pero camuflados con el propio rodapié, así aprovechaba el espacio bajo los armarios....

tras mucho pensar de como llevar la idea a la acción y buscar la forma de hacer los cajones, descubrí este cajón bajo- cama, que se adaptaba perfectamente a mis medidas...

VARDÖ

Bien, como los armarios no tenían mucho fondo, pensé que las medidas del cajón me daban perfectamente para hacer dos, que era los que necesitaba, cortando el cajón por el medio y añadiendo un lateral a cada uno de ellos....

Dicho y hecho...me hicieron el favor y me lo apañaron como yo quería. Añadí unas ruedas debajo de los cajones para poderlos meter y sacar, adapté el zócalo a los cajones y puse los mismo tiradores que los armarios....

Y aquí el resultado....


Así puedo utilizar este espacio para guardar mis recetarios y libros de cocina o cualquier cosilla que quiera camuflar.


13 abr 2014

Tarta de chocolate y frambuesas... ( o fresas)



Bueno pues,... aunque es tiempo de torrijas y demás dulces de pascua, aprovecho ahora que es también tiempo de fresas para probar con esta tarta, que normalmente lleva frambuesas, pero como no las tenía a mano, las he sustituido por fresas, que me encantan y así saco provecho de la caja que compré el otro día!
Para unos 10 trozos más o menos necesitaremos lo siguiente:

  • Comenzaremos separando las claras de los huevos y lo montamos con 2 cucharadas de agua a punto de nieve. Añadimos el azúcar e incorporamos las yemas. Mezclamos la harina, el cacao, y la levadura y lo añadimos a los huevos. Ponemos la masa en un molde rectangular previamente engrasado, o nos ahorramos el engrasar si el molde es de silicona.

  • Con el horno precalentado, lo horneamos a 175ºC, o a 150ªC, si el horno es de aire, durante 20-25 minutos. Dejamos enfriar y desmoldamos.

  • Ponemos a descongelar las frambuesas. ( Yo opté por fresas frescas). Ponemos la gelatina unos minutitos en remojo y mientras se ablanda mezclamos el mascarpone y el yogurt y añadimos las cucharadas de azúcar.
  • Escurrimos la gelatina y la diluimos en un cacito con unos polpecitos de calor. Cuando esté líquida, añadimos 3 cucharadas de la crema y mezclamos.
  • Añadimos la mezcla al resto de la crema y reservamos en la nevera.
  • Montamos la nata y lo añadimos a la crema anterior.
  • retiramos 200g de la crema y lo ponemos en una manga pastelera para adornar al final.
  • Añadimos la fruta al resto de la crema.
  • Cortamos el bizcocho a lo largo, obteniendo 3 capas.
  • Repartimos una parte de la crema sobre la primera capa, colocamos la segunda capa de bizcocho y repetimos. Colocamos la última capa de bizcocho y adornamos con la crema de la manga pastelera. Espolvoreamos con cacao.



Tiene buena pinta o no???

Si os sobra, también  la podéis congelar perfectamente!