Decora con servilletas de colores

Hoy os quiero mostrar una forma divertida de presentar nuestra mesa, decorando con servilletas de colores. En este caso se trata de convertir una simple servilleta en un alegre cangrejito. Que necesitamos?? pues servilletas de una capa en rojo y ojitos móviles, que encontraremos en las tiendas de manualidades.
List@s???

Colocamos la servilleta tal cual se muestra en la imagen

Doblamos primero las dos diagonales

Damos la vuelta a la servilleta ( muy importante), doblamos  luego la línea vertical y horizontal

Tomamos la servilleta y la plegamos según nos marcan los pliegues

Se forma un triángulo

Giramos el triángulo 180 grados. Doblamos la esquina izquierda hacia abajo, como se muestra en la imagen

Plegamos la esquina, sobre la línea que hemos doblado anteriormente, hacia atrás

Repetimos los dos últimos movimientos ahora en la otra parte

Damos la vuelta a la servilleta, la parte trasera quedará ahora hacia arriba. Plegamos la esquina central como nos muestra la imagen

 También doblamos el borde de arriba

Doblamos después el borde de la izquierda hacia dentro, como nos muestra la imagen

Hacemos lo mismo en la otra parte

Giramos nuestro cangrejo y le pegamos los ojos

Decorando un sabroso plato de marisco, o como en mi caso, langostinos al ajillo quedaría más o menos así.....

Que os ha parecido??? os habéis quedado con ganas de más.....?


Esta propuesta es bastante más sencilla y quizás más adecuada para decorar en un cumpleaños infantil.
Pues vamos allá con Mobby-Dick....

Si la servilleta que vamos a utilizar tiene 3 capas, retiraremos una. Colocamos de forma como se muestra en la imagen

Doblamos por el centro, de abajo hacia arriba y marcamos bien el pliegue. Con los demás haremos lo mismo

Abrimos el pliegue y doblamos el borde izquierdo inferior hacia la línea del pliegue

Repetimos con el borde izquierdo superior

Doblamos el pico derecho hacia dentro

Plegamos la parte de abajo sobre la de arriba

Doblamos el pico izquierdo en diagonal hacia arriba

Finalmente pegamos el ojo, y ya tenemos a nuestra ballena lista para surcar los mares